Un gusto esquizofrénico: «trazar una línea o, lo que viene a ser lo mismo, pasar la línea, puesto que la línea sólo se traza si se rebaza la línea de separación»
“Existe un gusto esquizofrénico por la herramienta, que la hace pasar del trabajo a la acción libre, un gusto esquizofrénico por el arma, que lo hace pasar como un medio de paz, de conseguir la paz. A la vez una respuesta y una resistencia. Todo es ambigüo. Pero nosotros no pensamos que los análisis de Jünger queden descalificados por esta ambigüedad, cuando construye el retrato del ―Rebelde, como figura transhistórica, que arrastra al Obrero por un lado, y al Soldado por otro, en una línea de fuga común, en la que se dice a un tiempo ―”Pido un arma” y ―”Busco una herramienta”: trazar la línea, o, lo que viene a ser lo mismo, franquear la línea, pasar la línea, puesto que la línea sólo se traza si se rebasa la línea de separación” (Mil mesetas, pág. 405)