Pompeya mexicana
por Juan Pablo Anaya
“Durante mi permanencia en París, [cuenta Justo Sierra] en la época de la última exposición [universal] (1900), el duque de Lubat, a quien tanto deben las exploraciones americanas, me sugería insistentemente la idea (…) de descubrir a Teotihuacan (…) vendrá así a la luz, me decía, una verdadera Pompeya mexicana.»