«La escritura nunca se hará suficientemente en nombre de un afuera»
por Juan Pablo Anaya
«La escritura nunca se hará lo suficientemente en nombre de un afuera (…) ¿Cómo puede el libro encontrar un afuera satisfactorio con el que poder agenciar en lo heterogéneo más bien que un mundo a reproducir? Cultural, el libro es forzosamente un calco: calco de sí mismo en primer lugar, calco del libro precedente del mismo autor, calco de otros libros a pesar de las diferencias, reproducción interminable de conceptos y de palabras dominantes, reproducción del mundo presente, pasado o futuro. Pero el libro anticultural todavía arrastra un gran lastre cultural: no obstante, hará de él un uso activo de olvido y no de memoria, de subdesarrollo y no de progreso a desarrollar, de nomadismo y no de sedentarismo, de mapa y no de calco, RIZOMÁTICA = POP’ANÁLISIS, incluso si el pueblo tiene algo más que hacer que leer, incluso si los bloques de cultura universitaria o de pseudocientificidad continúan siendo demasiado penosos o pesados.”
Deleuze y Guattari, Mil mesetas