«y si entiendes mal, ¡qué importa!»
por Juan Pablo Anaya
«Mi gaita espera, también mi garganta. Puede sonar un poco ronca, pero ¡date por satisfecho! ¡Acaso no estamos en las montañas! … por lo menos lo que vas a escuchar es nuevo; y si no lo entiendes, si entiendes mal al cantor, ¡qué importa! Esa es siempre ‘la maldición del cantor’. Pero mientras más nítidamente puedas escuchar su música y su estilo, tanto mejor bailarás al ritmo de su flauta.»
Friedrich Nietzsche en el «Epílogo» de La ciencia jovial (traducción basada en la versión de José Jara, en Monte Avila Editores y en la versión de Germán Cano en Gredos).